miércoles, 25 de septiembre de 2013

Significado de MAESTRO

La palabra maestro viene del latín "magíster", que significa conductor, director, mandante, guía, jefe.
La idea de "maestro" convoca las de magnitud, magno, mayor, mejor; es decir todo lo que supera lo regular y concierne a la grandeza, excelencia o importancia de algo o de alguien. Dícese, pues, maestro o maestra de una persona o de una obra que tiene mérito relevante entre las de su clase. Maestría es eminencia y principalía.
Hay dos clases fundamentales de maestro: el maestro amigable, tolerante y comprensivo respecto a sus discípulos, el que los apoya y los ayuda, y el maestro inamistoso y distante que exige naturalmente al discípulo consagración exclusiva y excluyente al arte u oficio que haya elegido y al que quiere consagrar sus afanes. Los maestros de este orden hacen sentir al discípulo su pequeñez e insignificancia, y rara vez o nunca lo ayudan y jamás los secretos del "metier" (oficio).

sábado, 21 de septiembre de 2013

¿Por qué S.O.S. es la señal internacional de socorro?


S.O.S. es, como se sabe, la señal internacional de socorro. Su uso se decidió en 1906 durante una conferencia internacional celebrada en Berlín.

Hubo un tiempo en el que circularon distintas versiones sobre el significado de las letras; por ejemplo, en inglés, saveoursouls -salven nuestras almas- . En español se manejó un insólito "Socorro, ¡oh!, socorro". En realidad, fueron elegidas porque resultan fáciles de telegrafiar: tres puntos, tres rayas, tres puntos.

domingo, 15 de septiembre de 2013

¿Conoce Ud. el significado del símbolo de las farmacias?

En la antigua Grecia, Asclepio era el dios de la medicina; Higea, su hija que se encargaba de preparar los remedios,  y que también era considerada una diosa,  estaba representada como una mujer joven, rodeada por una serpiente que vertía el veneno en una vasija. Posteriormente, la representación se simplificó, quedando sólo la serpiente y una copa. Este símbolo pasó a ser usado por los farmacéuticos.
La copa de Higea, con la serpiente enroscada, simboliza el poder del veneno, que o bien puede matar o bien curar, una vez convertido en medicamento en la copa. También alude a la curación o renovación, por la capacidad de la serpiente de mudar la piel.
“Higea” es la diosa de la salud y la limpieza, de cuyo nombre deriva el término higiene.

sábado, 14 de septiembre de 2013

La videocracia


Hoy en día,  hablar  de hábitos de lectura, se ha convertido en un tema muy preocupante, el hecho de que aún exista un número minoritario de personas que compren y lean libros  es casi  milagroso. Ocurre, sin embargo, que estamos viviendo en plena videocracia, lo cual implica  que la pantalla  ha sustituido a la lectura.
El gobierno de la imagen no va juntamente con el gobierno de la inteligencia y la abstracción. La  lectura, que  es una forma de pensar no se aviene con la imagen. El hombre que piensa es un animal mental, pero el hombre que únicamente mira es un animal ocular. Nos lo dice Sartori y estamos de acuerdo con él. La Era digital  es la del homo vídens, no la del homo légens, ni mucho menos la del homo sápiens. La Era digital genera al homo ínsipiens, al hombre que no sabe, al ignorante.

                                                                         (Marco Aurelio Denegri: "Miscelánes humanísticas")

Génesis del neoliberalismo

                                                                                    Por: Pelayo Abanto Ríos
Pensadores ilustrados como John Locke (1632 - 1704) sostenían que en “estado natural” los hombres eran libres e iguales, por lo que poseían derechos inalienables independientes de las leyes que pudiera imponer cualquier gobierno o autoridad. Dotados por naturaleza del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, las personas sólo podían establecer legítimamente gobiernos limitados, cuyo principal encargo  sería asegurar y proteger estos derechos  individuales, sobre todo el de propiedad privada. Basado en estos fundamentos surgió el liberalismo juntamente que  la ilustración a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Como paradigma económico, el liberalismo clásico tuvo representantes a Adam Smith y David Ricardo, quienes difundían las ventajas del “libre mercado”. Adam Smith es el creador de la imagen del homo economicus, con su idea de que las personas somos individuos aislados que actuamos de acuerdo a nuestro propio interés material. Según esta idea, “política y economía” son cuestiones diferentes y por lo tanto, la economía debería funcionar sola, de acuerdo coGénesis del Neoliberalismon un armonioso sistema de leyes naturales, sin necesidad de la intervención del Estado. De ahí que el Estado debería retirarse y no “interferir” en la actividad económica de unos ciudadanos que actúan por interés propio, y dedicar su poder a garantizar un intercambio económico abierto.
La teoría ricardiana de la “ventaja comparativa” se convirtió en la verdad indiscutible de los defensores del libre comercio. El libre comercio era beneficios para todos los implicados en la actividad comercial, pues permitía que cada país se especializara en la producción de aquellos bienes en los que tenía ventaja comparativa. Por ejemplo, si Inglaterra producía sus telas más baratas que Italia e Italia producía vinos más baratos que Inglaterra, los dos países se favorecían de la especialización comercial. Estas ideas liberales promovieron las grandes revoluciones del siglo XVIII, por las que se vinieron abajo dinastías reales, se consiguieron separar la Iglesia del Estado y se resquebrajaron los dogmas del mercantilismo. Durante el siglo XIX los seguidores del liberalismo clásico intentaron convencer a la gente de que las mala rachas se debían a un “fracaso gubernamental”, normalmente a un excesivo control estatal que terminaba por distorsionar el índice de precios.
El apogeo de las brillantes ideas del liberalismo clásico, prontamente declinaría ante la llegada del turbulento siglo XX. La gran depresión de este período, hizo que expertos del momento como John Maynard Keynes o Karl Polanyi consideren  que el gobierno debía ser mucho más que un simple “vigilante”, papel que asignaban al Estado los liberales clásicos.
La propuesta de Keynes consistía, en que el gobierno tenía que invertir fuertes sumas de dinero, en época de crisis económica, para generar empleo e incentivar el consumo, medidas que son contrarias al liberalismo clásico. Para Keynes el déficit era consecuencia de la reducción en la economía de la inversión privada y del consumo. Los keynesianos, comprometidos con el principio de mercado, pero opuesto al “libre mercado”, llegaron a reclamar la participación estatal en empresas fundamentales, como el ferrocarril o la energía.
Las ideas keynesianas resultaron esenciales para sentar las bases de un nuevo marco teórico, “la macroeconomía” en el Congreso de Breton Woods de 1944. Se establecieron instituciones económicas internacionales para administrar el sistema monetario: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Entonces la economía mundial accedió a una nueva fase “La edad de oro del capitalismo controlado” un período que se extendió de 1945 a 1975.
La época dorada del capitalismo controlado se detuvo bruscamente ante las graves crisis económicas vividas en los años setenta. Fue entonces que un grupo de liberales modernos decidió buscar nuevas vías aplicando las antiguas doctrinas del liberalismo clásico a las actuales condiciones que imponía la globalización. Estos neoliberales argumentaban que la subida de la inflación y el escaso crecimiento económico que afectó a los países industrializados en los años setenta vinieron provocados por la asfixiante regulación estatal, el desorbitado gasto público y las altas tarifas aduaneras que se habían impuesto en décadas anteriores.
Así nació una agenda de desarrollo global de carácter neoliberal basada esencialmente en los llamados “programas de ajuste estructural” y en acuerdos internacionales de libre comercio; impulsada por dos acontecimientos sumamente favorables: la caída de la Unión Soviética en 1991 y la aceleración de las reformas económicas introducidas en la China Comunista a favor de una economía de mercado.
Durante la última década, sin embargo, el neoliberalismo ha recibido muchas críticas. La crisis económica en la que se han visto inmersos todos los países en 2008-2009 ha sido uno de los desafíos que ha tenido que soportar este paradigma de libre mercado, y que aún no lo ha podido superar del todo, esperemos a ver con optimismo qué sucede en las próximas temporadas.